CERVEZA, MARIHUANA… y ROSAS

8 octubre, 20200

¿Primos Hermanos o Parientes Lejanos?

Descubre que relación tiene la Cerveza con el Cannabis

 

Parece sacado de un disco de finales de los 70, pero no vamos a hablar de melenudos hippies con ojos vidriosos apurando su colilla en el festival de Woodstock, sino de cerveza. En realidad, también de botánica.

 

Ya comentamos en nuestro LIBER blog   https://liberbeer.es/2020/09/25/cerveza-y-orgasmo-femenino-hildegarda-von-bingen/ que la llegada del lúpulo a la cerveza fue una verdadera revolución, pero es evidente el desconocimiento que existe de esta planta considerada en sus orígenes una mala hierba silvestre. 

 

En botánica, la familia de plantas Cannabinaceae tiene dos géneros que la representan: El género Cannabis, y el género Humulus. El primero tiene a la Cannabis sativa, o marihuana, y el segundo al Humulus lupulus, o lúpulo. Lo anterior es todavía más sorprendente si tenemos en cuenta de que ambas primas comparten ancestro genético en el orden de los Rosales.

 

Cerveza y cannabis ¿Familia bien avenida o enemigos íntimos?

 

Físicamente ambas plantas conservan un gran parecido familiar en las hojas de bordes irregulares, que son emblemáticas en ambas plantas lo que provoca a los arqueólogos que sea muy difícil distinguir entre los restos fosilizados de ambas plantas. También ese íntimo parentesco es evidente en el hecho de que las semillas de lúpulo y su polen son exactamente iguales que la ganja, tan bien conocida por Bob Marley y sus rastafaris.

 

LIBER utiliza solamente flor de lúpulo natural en sus cervezas, nunca sucedáneos o destilados artificiales

 

 

Químicamente hay ciertas similitudes entre el lúpulo y la marihuana, ambas son muy ricas en unas sustancias aromáticas llamadas terpenos (hasta 3-5% de su flor femenina), que con forma de diminutos cristales en forma de seta cubren sus hojas y flores, y que la planta produce para dotarse de una eficaz protección ante bacterias, hongos y también herbívoros hambrientos, a la vez que su aroma le sirve para caramelarse a los necesarios insectos polinizadores.

 

Lamentablemente para muchos, los efectos de sus resinas son completamente distintos. Mientras que las resinas del lúpulo proveen los principios amargos y aromáticos de la cerveza, las resinas de la marihuana contienen el agente psicotrópico Tetrahidrocannabibol (THC) un potente neuro-tóxico que es el codiciado ingrediente del cigarrito de la risa.

 

Quizás bajo algún poco confesable objetivo científico, se han intentado realizar cruces entre ambas plantas, pero siempre resultó que las resinas no se entrecruzan, por lo que si algún cervecero, con parecidas aspiraciones ha pensado alguna vez hacer cerveza con Cannabis sativa, vaya sabiendo antes que el THC es insoluble en cerveza y que no puede isomerizarse como ocurre con los alfa ácidos del lúpulo, por lo que no obtendrá nada de interés para la ciencia. Similares resultados obtendrá quien decida investigar aspirando el humo del lúpulo.

 

Ambas plantas se propagan por esquejes, son trepadoras y requieren de un clima suave y húmedo

 

Por último comentar que tanto el cannabis como el lúpulo tienen una rica historia como sustancias medicinales que se remontan ya a la prehistoria. Antes de utilizarse como agente amargo y preservante en la industria cervecera, las flores de lúpulo se usaban en culturas tradicionales de Eurasia para combatir las alteraciones del sueño, al igual que ocurre con las inflorescencias del cannabis.

 

Uno y otro además de sus cualidades calmantes e inductoras del sueño, comparten otros atributos terapéuticos significativos.  Ambas hierbas tienen potentes propiedades antibacterianas y anticancerígenas, según investigaciones científicas recientes.

 

 

ANECDOTARIO:

 

JORGE III de Inglaterra y el Lúpulo

 

La verdad es que bien se nota que el hombre no pegaba ojo

 

Jorge III ( 1738-1829 ), adolecía de graves problemas de insomnio. Cierto día, alterado por tantas noches en vela, le exigió a su médico particular que le diera una solución inmediata bajo pena de público ajusticiamiento.

El pobre galeno, aterrorizado por la amenaza de su insomne majestad, intentó por todos los medios buscar una solución eficaz y rápida. Y la encontró tras reparar en su propia mujer.  Ella regresaba de trabajar en el campo,  y advirtió que se había quedado profundamente dormida después de haber estado recogiendo lúpulo todo el día.

Al día siguiente,  apareció en palacio con una almohada para el monarca que incluía un bien mullido relleno, verde y fuertemente aromático,  de fresco lúpulo.

Tras prescribirle tan inusual tratamiento, Jorge III descansó plácidamente y el facultativo salvó su gaznate.

El lúpulo, ese gran desconocido, es fantástico.

 

Texto original by LIBER®

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